¿Sabes qué está pasando con tu piel cuando te expones al sol?
El sol es una fuente esencial de vitamina D y tiene múltiples beneficios para la salud, pero también es uno de los principales factores de riesgo para la piel. Si no tomamos las precauciones adecuadas, la exposición al sol puede traer consecuencias no deseadas como quemaduras, manchas o envejecimiento prematuro. Para ayudarte a proteger tu piel, en este blog te explicamos todo lo que necesitas saber sobre las cremas solares y cómo pueden salvar tu piel de los efectos nocivos del sol.
¿Qué conceptos clave debes conocer sobre las cremas solares?
Quizás ya hayas escuchado términos como SPF, amplio espectro o filtros físicos, pero, ¿realmente sabes qué significan? En este artículo, te explicamos todo sobre estos conceptos esenciales para elegir el protector solar adecuado para tu tipo de piel.
Además, hablemos de un fenómeno que ha causado revuelo: el “callo solar”. Esta tendencia viral está relacionada con cómo la piel responde a la exposición repetida al sol. ¿Lo conoces? Si no, sigue leyendo, porque te contamos todo lo que debes saber.
¿Tu protector solar del año pasado? ¡Ya no sirve!
¿Sabías que la crema solar caduca? Sí, aunque tu protector solar haya quedado en el fondo de tu bolso o en el estante del baño, no puedes seguir usándolo indefinidamente. Después de abrirlo, su efectividad disminuye con el tiempo, y alrededor de los 6 meses (PAO) ya no te brindará la protección esperada, lo que podría aumentar el riesgo de quemaduras o irritaciones. Es hora de renovar tu protector solar para este verano.
¿Qué es el SPF?
El SPF (factor de protección solar) es el número que aparece en las etiquetas de las cremas solares, como 15, 30, 50, etc. Este número indica cuánto más tiempo puedes estar al sol sin quemarte en comparación con no usar protector solar. Por ejemplo, si tu piel comienza a quemarse después de 5 minutos al sol sin protección, un protector solar con SPF 15 te permitirá estar al sol durante 75 minutos sin sufrir daños (5 minutos x 15 = 75 minutos). A mayor SPF, mayor tiempo de protección, pero siempre recuerda que debes reaplicar el protector solar cada 2 horas, o más a menudo si te mojas o sudas.
Mito común: “Con un SPF bajo me bronceo más rápido”
Esto es falso. Aunque el SPF bajo te bronceará más rápido, también te expondrá a los riesgos de quemaduras y daño celular. Un SPF más alto te da más tiempo de protección, lo que significa que no necesitas reaplicarlo tan frecuentemente, pero sigue siendo esencial aplicar nuevamente el protector solar después de nadar o sudar.
Los efectos del sol en la piel: Beneficios y riesgos
Beneficios de la luz solar:
Riesgos de la luz solar:
Aclarado esto vamos con el siguiente punto, ¿has oído hablar del callo solar? ¿Sabes qué es? Te lo explicamos.
Callo Solar: ¿Qué es y por qué debemos evitarlo?
El callo solar se ha vuelto una tendencia viral en redes sociales. Se basa en la idea errónea de exponerse al sol sin protección solar, creyendo que de esta manera la piel "se acostumbra" y se vuelve más resistente, evitando quemaduras. Sin embargo, los dermatólogos y especialistas advierten que esta práctica aumenta considerablemente el riesgo de daños graves a la piel. La exposición sin protección solar puede alterar el ADN celular, provocando daño acumulado con el paso del tiempo, lo que aumenta las probabilidades de desarrollar cáncer de piel, envejecimiento prematuro y otras complicaciones.
Índices de radiación ultravioleta: Conocer para proteger
Los índices de radiación ultravioleta (UV) son una medida crucial para determinar la intensidad de la radiación solar y cómo puede afectar a nuestra piel. Según la OMS, este índice nos permite conocer los niveles de radiación y actuar en consecuencia para proteger nuestra piel.
¿Cómo consultar el índice UV de tu zona? Hoy en día, la mayoría de las aplicaciones meteorológicas en teléfonos móviles incluyen la medición de la radiación ultravioleta, proporcionándote datos precisos de hora en hora. No olvides que si el índice supera 3, es crucial tomar medidas protectoras.
Recuerda: cuanto más alto sea el índice UV, mayor es el riesgo de daños en la piel y los ojos. Es fundamental estar bien informado, sobre todo durante las horas de mayor radiación.
Alternativa al Callo Solar: Los Baños de Sol
No todo está perdido, el sol también tiene muchos beneficios para nuestra salud. En lugar de exponerte sin protección, te proponemos una alternativa más segura: los baños de sol.
La clave está en limitar el tiempo de exposición y elegir las horas adecuadas del día:
Además, para las horas con mayor índice UV, recuerda protegerte con accesorios como gafas de sol, gorras o ropa con protección SPF. Así te asegurarás de disfrutar del sol sin riesgos.
Tipos de Radiación Solar: UVA, UVB y la Luz Azul
La radiación solar no solo es visible como luz, sino que está compuesta por distintos tipos de radiaciones que afectan nuestra piel de diversas maneras. Aunque no las vemos, nuestra piel las siente.
¿Por qué tu protector solar debe ser de amplio espectro?
Cuando eliges un protector solar, es importante que sea de amplio espectro. Esto significa que ofrece protección frente a rayos UVA, rayos UVB, luz visible (incluyendo luz azul) e infrarrojos (IR). La protección de amplio espectro es esencial para una defensa eficaz contra todas las radiaciones solares dañinas.
El dióxido de titanio y el óxido de zinc son filtros físicos comunes que protegen frente a los rayos UVA y UVB, pero su capacidad para bloquear la luz azul es limitada. Por esta razón, la industria está desarrollando nuevos activos específicos para protegernos de este tipo de radiación, cada vez más presente en nuestras vidas.
Filtros solares: ¿Qué son y qué tipos existen?
Los filtros solares se encargan de bloquear o desviar los rayos ultravioleta del sol. Se dividen en dos grandes grupos:
Filtros químicos (orgánicos): Absorben la energía UV y la convierten en calor. Aunque son efectivos, algunos de estos filtros pueden causar reacciones alérgicas o irritaciones en pieles sensibles. Los más comunes son la oxibenzona, avobenzona y octinoxato.
Filtros físicos (inorgánicos): Forman una barrera en la piel que refleja o dispersa los rayos UV. Son más recomendados para pieles sensibles, ya que tienen una penetración mínima y son menos propensos a causar irritaciones. Los más conocidos son el óxido de zinc y el dióxido de titanio, que además brindan una protección más amplia.
Los filtros físicos son los más seguros para pieles sensibles y con tendencia atópica, y son los más recomendados si buscas una protección solar eficaz y respetuosa con el medio ambiente.
El sol puede ser beneficioso para nuestra salud, pero solo si tomamos las precauciones adecuadas. Evitar prácticas como el "callo solar" y optar por exposiciones controladas con la protección solar correcta es clave para mantener nuestra piel saludable. No olvides elegir un protector solar de amplio espectro, con filtros físicos y aplicar la cantidad adecuada para garantizar una protección efectiva.
Este verano, ¡disfruta del sol de manera segura y responsable!
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